martes, 30 de agosto de 2016

20150300 Petición de Nati y Asun Zozaya Goñi a Instituciones y Asociaciones



Al Gobierno de Navarra
Al Parlamento de Navarra
Al Ayuntamiento de Donamaria Gaztelu
A las organizaciones de la Memoria Histórica
A la Sociedad de Ciencias Aranzadi
A quien corresponda

Donostia, marzo de 2015

Nati Zozaya Goñi, de 83 años de edad, DNI 14969053D natural de Donamaria-Gaztelu y vecina de Donostia, Avenida Isabel II nº 2, 4º B, CP 20011 Donostia.

Y Asun Zozaya Goñi, hermana de la anterior, de 88 años, DNI 14969054X, natural de Donamaria-Gaztelu y vecina de Donostia, Avenida Isabel II nº 14, 7º D, CP 20011 Donostia.

En pleno uso de sus facultades mentales y en conformidad con sus hermanos e hijos desean


EXPONER:

-Que son hijas de Petra Goñi Sagardía, natural de Donamaria- Gaztelu y de Ramón Zozaya Huici natural de Elgorriaga. En julio de 1936, con motivo del golpe militar franquista, nuestro padre estuvo preso siete meses en Santesteban y posteriormente expulsado del pueblo, instalándose el matrimonio y sus seis hijos en esta ciudad de Donostia.

-Que ese mismo año, en el pueblo de Gaztelu teníamos parte de la familia, compuesta por Pedro Antonio Sagardía Agesta y la hermana de nuestra madre, Juana Josefa Goñi Sagardía, de 38 años y sus siete hijos José Martín de 18 años, Joaquín de 16; Antonio de 12; Pedro Julián de 9; Martina de 6; José de 3 y Asunción de año y medio, primos carnales de las que esto suscriben.

-Que el 14 de agosto de 1936, estando su marido y el hijo mayor trabajando fuera, la madre, que a la sazón estaba embarazada de siete meses, fue expulsada del pueblo de Gaztelu con sus seis hijos menores, instalándose en una txabola de las cercanías del pueblo, cubierta con ramaje. El 30 de agosto a la noche, la txabola fue quemada, y como todo el mundo conoce en la zona y ha aparecido en diversas publicaciones, la madre y sus hijos fueron arrojados a la sima Legarrea, del término de Gaztelu.

-Que de las cuatro simas que en Navarra se utilizaron para arrojar personas durante la guerra civil, la de Legarrea es la única en la que, ni se han sacado los cadáveres, ni se ha sellado, ni se ha dignificado.

-Que todo lo contrario, la sima de Legarrea es un vertedero de basuras y escombro, e incluso de nuevos cadáveres, como el caso del joven Ignacio Indart, cuyos restos aparecieron el pasado mes de dicienbre de 2014. Y pese a su buena intención, el cartel que el propio Gobierno de Navarra ha colocado junto a la sima que dice “Zikinkeriak botatzea debekatuta dago / Prohibido arrojar basuras”, no deja de ser un escarnio para los que tenemos a nuestros parientes arrojados allí.


Por todo ello SOLICITAMOS:

-Que al amparo de las nuevas leyes de la Memoria Histórica y con el sólo fin de dignificar a las víctimas, darles un entierro digno y restañar de alguna forma el dolor que durante décadas ha acompañado a los familiares, las autoridades competentes deben proceder a la limpieza del fondo de la sima, y a la extracción e identificación de los restos de nuestros familiares, dándoles un lugar en el cementerio de Donamaria- Gaztelu.

Es el único derecho que reclamamos, para poner un punto final al pasado y poder morir en paz.


Atentamente:

Nati Zozaya Goñi              Asun Zozaya Goñi