A excepción de la causa 167, tal vez la única abierta y seguro que la única mantenida durante esos años, con toda certeza por ser Juana Josefa familiar del General Franquista Sagardia, nada mas hizo la justicia ni la fiscalia hasta la aparición, por casualidad, del cuerpo de Iñaki Indart, ya en el 2015.
Nada hizo la fiscalía, las instituciones, LA inJUSTICIA, por conocer que había pasado con Juana Josefa y sus siete hijic@s, por buscar y condenar a sus ¡¡ASESINOS¡¡.
Poco han hecho la fiscalía, las instituciones, LA inJUSTICIA, la Guardia Civil, la Policía Foral, para encontrar al ASESINO de Iñaki Indart. No lo han encontrado... o eso dicen.
Poco hizo la jueza Mari Paz Benito, salvo el sobreseimiento y archivo, ante la denuncia por dos personas en el año 2015.
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La Causa 167, desde 1937 a 1946, redescubierta en el 2009
En el año 2009, 72 años después de la desaparición de Juana Josefa y sus hij@s, Altaffaylla accede al sumario que se abrió en 1937 a solicitud de Pedro, el esposo de Juana Josefa y padre de l@s niñ@s.
El sumario se abre "por incendio y coacciones", no sobre la desaparición de siete personas, mucho menos aun sobre su posible asesinato.
Cuando en Navarra "desaparecieron" y fueron asesinadas mas de 3500 personas, llama la atención que no se abriera ninguna causa por ninguno de ellos, y si se hiciera para tratar de averiguar que había sucedido con Juana Josefa y sus hijic@s. Asimismo llama la atención que durante tantos y tantos años, hasta 1046, se abriera y se cerrara el proceso.
La única explicación para que un carbonero, cuya reputación era cuestionada por todos los poderes del momento (Guardia Civil, Ayuntamiento, Junta de Guerra, Párroco), recibiera atención sobre unas desaparaciones en un mar de desaparecidos.... Solo cabe la posibilidad de la influencia de un general, infame también, del ejército franquista, Antonio Sagardia, pariente de la familia.
A Pedro Sagardia Agesta, ya en agosto no le dejaron ver a su familia y fue apresado en el cuartel de la Guardia Civil de Santesteban por el sargento Zubizarreta, tuvo que alistarse voluntario? al Requeté, y aunque trató de encontrar el paradero de su esposa e hijos. no hubo manera de hallarlos.
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En un permiso que obtuvo en el Frente, el 2 de agosto de 1937, Pedro Sagardia Agesta, bien asesorado por un abogado, presenta una larga y estremecedora denuncia al juzgado de Pamplona.
En dicha denuncia relata como su mujer y su familia desaparecieron, y como había tratado de encontrarles, que tenía temores de que hubiesen sufrido algún accidente irremediable o hayan sido víctimas de algún crimen.
Denuncia como les habían expulsado del pueblo, que los familiares que tienen por los pueblos de los alrededores no saben nada, y de los rumores que oye sobre que habían quemado la choza donde le habían expulsado a vivir, en las cercanías de una sima.
Al día siguiente de presentar la denuncia, parece demasiado deprisa, el juez instructor, Carlos Maria García-Rodrigo y de Madrazo, dictó auto y citó al alcalde Melchor Alzugaray y otras nueve personas al juzgado de Pamplona para el día 11 de agosto, solo nueve días después de la denuncia, en plena guerra civil.
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El 11 de agosto declararon en el juzgado de Pamplona; Vicente Micheo Ochandorena, Miguel Taberna de Santesteban, Melchor Alzugaray alcalde de Gaztelu, Agustín Irurita Indart, Jose María Sarratea Arregui, Agustín Grajirena Urroz, Jesús Gamio Azcona y Lorenzo Irigoyen Alzugaray.
Varios de los declarantes tuvieron que realizarlo por medio de traductor, pues solo sabían hablar euskera, pero no el español.
Todos declararon que a la familia de Juana Josefa se le había invitado a abandonar el pueblo, por indeseable, porque todos se dedicaban a robar en las huertas, y hasta conejos y gallinas. Después unos la habían visto por la Ulzama, otros por Leiza, ir por la vía del Bidasoa, por el Baztán. Acusaron a Pedro Sagardía de espionaje.
La única en salirse del discurso general fue Teodora Larraburu Erburu. Dijo que fue el alguacil quien le citó al batzarre, donde "acordaron despachar del pueblo a Juana Josefa Goñi dentro de 24 horas y entonces la Juana Josefa pidió que le dejasen otras 24 para dar tiempo a que su marido bajara del monte"... Cuando el marido bajó del monte porque su mujer le había llamado, al llegar a la plaza y sin nisiquiera ver a su mujer, unos individuos llamados Alzugaray e Irurita, y otro de Larretoa, le dijeron manos arriba y lo llevaron al sargento de Santesteban, y que al dejarle en libertad a los ocho días, le ordenó dichosargento que no fuese donde su familia y que se marchase directamente al monte". Teodora añadió que el mismo día que se llevaron preso a Sagardía "se llevaron a la familia, sacándola de su casa sin permitirle volver". Que un poco mas arriba de donde se construyó la txabola está la sima bastante profunda".... ¿Causas y autores del incendio de la chabola? lo ignoraba, pero "se rumoreaen el pueblo que la misma guardia que estaba esa noche la quemó".
También a Teodora le hicieron abandonar el pueblo. Mas tarde Teodora le dijo a Petra Goñi, hermana de Juana Josefa, que aquella noche había escuchado cuatro tiros. Si eran siete los que dicen que arrojaron a la sima, ¿Como mataron al resto?.
En setiembre Pedro Sagardía volvió a enviar una nueva demanda al juzgado, donde hacía constar que Tomás Alcaine, vecino de Legasa, había dicho "esta familia esta echada en la Sima de Gaztelu por gente de Gaztelu", los habían acercado a la sima "por medio de amenaza de fuego por detrás", y que entre los presentes estaban los hermanos Subizar de Legasa y su cuñado Echepare.
El 8 de setiembre vuelven a declarar varias personas tanto de Gaztelu como de Legasa en los juzgados. Ya en el juicio algunos testigos declaran del rumor público de que la familia había sido arrojada a la Sima.
Visita a la Sima
Zubizarreta
