lunes, 24 de agosto de 2015

20060927 Diario de Navarra - Indart, los coleccionistas de premios

Los Indart, Ganaderos?                      Iñaki Indart                    Indice Fosa Gaztelu                    Mejor ejemplar



27 de setiembre de 2006   (pg.44)
Bajado de hemeroteca, hay que conseguir página y poner bien
Indart, los coleccionistas de premios
Sus 13 galardones en el concurso de Elizondo han asentado a Explotaciones Hermanos Indart, de Legasa, como uno de los ganaderos más potentes de Navarra y el País Vasco.
TEXTOS: MARCOS SÁNCHEZ. FOTOS: MONGAY Y ZALDÚA

EL cocinero que se levanta a las once de la mañana, va a la cocina a las doce y empieza a repartir las comidas a la una, nunca será bueno». La frase pertenece a José Antonio Indart  Sarratea. No es cocinero, pero emplea un símil para ofrecer la que, según él, es la base de su ocupación: la ganadería.

Tras la muerte de su hermano Ignacio hace un mes, José Antonio Indart se ha quedado al frente de Explotaciones Ganaderas Hermanos Indart, de Legasa. Su hijo, Iñaki, le acompaña en una empresa que emplea a una docena de personas. Son las encargadas de criar 500 vacas de pasto y 130 novillas, un número similar de caballos y yeguas, y ovejas. El ganado Indart, que se reparte en propiedades de Legasa, Iriberri (Atez), Beúnza y Álava, atesora prestigio. El pasado domingo, desplazaron 21 cabezas al XIX Concurso-subasta nacional de ganado selecto de raza vacuna pirenaica, que tuvo lugar en Elizondo y en el pugnaron 371 ganaderías de 38 explotaciones de Navarra y el País Vasco. Los Indart fueron distinguidos con 13 galardones, entre ellos siete primeros puestos y el premio especial al mejor lote presentado. Pese al hecho, José Antonio Indart puntúa con un 6 al conjunto del ganado vacuno del que dispone. Al caballar le pone un 9. Hace poco más de un año, en el III Concurso Monográfico Raza Burguete de Alsasua, recibieron 21 distinciones, con 9 primeros puestos y la designación del caballo Salvaje como mejor ejemplar de la feria. José Antonio Indart, de 61 años y natural de Legasa, asegura que el secreto es «estar muchas horas». «Nuestra jornada de trabajo es desde la mañana a la noche, y todos los días del año. No hay fines de semana, ni vacaciones. Los sábados y domingos, al ser los días en los que hay menos gente, es cuando se producen todos los percances», manifiesta.

«No hay listos y tontos, sino que hace falta ser constante. Callejeando, pocos milagros pueden hacerse. El ganado exige trabajo». José Antonio Indart remonta la tradición ganadera de su familia hasta su bisabuelo, al menos hasta donde su memoria le alcanza. Él, afirma, ha criado animales durante toda su vida. «El ganado de Indart se caracteriza porque lo trabajamos bastante», apunta. «Cada vez avanzamos algo, y creo que no podemos mejorar más. Hemos alcanzado un buen nivel y mantenerlo es difícil. De todas formas, todos los terneros que tenemos no son como los veinte que llevamos a Elizondo por ser los mejores. No vayamos a ser chulos. La raza tiene que ser regular y es fundamental acertar con el padre. Si a una vaca bonita la unes con un toro bueno, la cosa mejora». Indart cifra en «unas cuantas» las distinciones que acumula su explotación ganadera. «Aunque llevamos ya tres años seguidos en los que sí hemos ido, antes estuvimos siete u ocho sin asistir a concursos. Los concursos vienen muy bien porque nos hacen propaganda, pero no trabajamos para ellos. Sin embargo, si podemos sacar algunos para concurso, hacemos propaganda y podemos vender mejor los novillos, bienvenido sea», señala. El ganado de los Indart ha llegado a exhibirse en París, Lisboa, Sevilla, Zafra y Salamanca. «Todos los días aprendes» Los Indart vendieron un novillo el pasado domingo en Elizondo por más de 4.000 euros. «No sé cuánto puede costar la mejor de mis vacas. Si hay una buena y me gusta, no la vendo. El precio que le pongas no es lo que vale. Las buenas, las de vida, no las vendemos», añadió José Antonio Indart. Sí venden vacas de carne. Los chuletones van destinados al Restaurante Arotxa de Legasa. El resto, a carniceros. «Además de en Navarra, vendemos bastante ganado a Santander, Cameros, Logroño y Soria», dice el ganadero de Legasa, quien espera jubilarse pronto. «Hay relevo, pero los jóvenes no están tan acostumbrados como nosotros. No tienen tanto interés porque están acostumbrados a otra vida y se han criado mucho mejor que nosotros», expone José Antonio Indart, antes de aconsejar a su hijo, Iñaki: «Que le dedique mucho tiempo y que tenga amor propio para aprender. Te crees que sabes mucho, pero todos los días aprendes algo. No hay nadie sabio».
El ganado exige trabajo», afirma el dueño, José Antonio Indart «
El precio que le pongas no es lo que vale.

Más de 1.000 cabezas de ganado vacuno y caballar. 160 hectáreas del Señorío de Beúnza, 120 del de Iriberri, 500 (sólo de pasto) del alavés Parque Natural de Valderejo y terrenos en Legasa, donde residen y tiene la sede social Explotaciones Ganaderas Hermanos Indart.
(tio de Iñaki)
¿Cuesta mucho dinero mantener tanta propiedad?
«Si tienes buenas fincas, prácticamente puedes mantener el ganado en ellas. Además, hoy en día hay bastantes ayudas económicas para mantener cada vaca. Y el ternero está muy caro», contesta José Antonio Indart.

¿Ustedes son millonarios?
Antes, en las casas se vivía con seis vacas. Hoy, en cada casa tenemos tres o cuatro coches. Todos somos ricos. ¿Millonarios nosotros? Según cómo lo mires y según cómo lo digas... Uno con diez millones dirá que es millonario y otro, con veinte, dirá que no es nada. Cada uno sabe lo que tiene, cuanto le cuesta y como lo tiene

 
Iñaki Indart (derecha), recogiendo de manos del concejal Florentino Goñi uno de los galardones que ganaron el pasado domingo en Elizondo. 

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