viernes, 21 de agosto de 2015

20060329 Diario de Navarra - (Iñaki) Aparece ileso en Orokieta

El Crimen de Gaztelu                            Iñaki Indart                             Guardia Civil descarta secuestro

Ya en marzo de 2006, tres años antes de la tragedia sucedió un hecho extraño.



Aparece ileso en Orokieta el joven de Legasa desaparecido desde la madrugada del domingo
Iñaki Indart Ariztegi, de 22 años, aseguró a la persona que le encontró que fue secuestrado
Iñaki Indart Ariztegi, vecino de Legasa de 22 años que se encontraba desaparecido desde el domingo apareció ayer ileso en Orokieta, a 31 kilómetros de su domicilio. A las 16 horas llamó a la puerta de un caserío y se identificó como Indart y aseguró que había sido «secuestrado», según relató ayer la primera persona que le ayudó, Manuel Querejeta Lopetegui. Indart comentó posteriormente a su familia y a una portavoz de los periodistas congregados frente a su casa que dos encapuchados le habían atado, metido en su todoterreno y le habían tirado por un barranco. La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y en sus primeras hipótesis no se contempla por el momento la del secuestro.

RUBÉN ELIZARI/GABRIEL GONZÁLEZ. LEGASA/PAMPLONA                    Miércoles, 29 de marzo de 2006         
Tras conocerse la noticia de su aparición, siete periodistas se c oncentraron ante la casa de los Indart en Legasa. La familia autorizó la entrada de uno de ellos para que Iñaki Indart contara lo sucedido y posteriormente se lo trasladara al resto de los medios. Accedió la corresponsal de un medio guipuzcoano.
Según la versión transmitida a los periodistas, después de abandonar la discoteca Lur de Elizondo sobre las 5.30 de la madrugada del domingo, Indart llevó a tres amigos hasta Santesteban en un Mercedes todoterreno que pertenece a su padre, José Antonio Indart. Allí se despidió de ellos y les dijo que iba a su casa, un caserío que se encuentra a 3 kilómetros de distancia de Santesteban. Pero hasta ayer no llegó: sobre las 16.15 horas telefoneó a su padre desde un caserío de Orokieta y le pidió que fuese a buscarle.                                                                       

Iñaki Indart, en una imangen de archivo.
Iñaki Indart dejo que le fotografiasen unos breves instantes

Continuando con el relato transmitido a los periodistas, Indart contó que se dirigía a su domicilio por una pista forestal sobre las 6 del domingo cuando se topó, unos metros antes de llegar a su casa, con un vehículo de grandes dimensiones. El joven señaló que creía que era un Mitsubishi. A continuación, al menos dos encapuchados, no sabe si fueron dos o tres, salieron del coche y le obligaron a abandonar el vehículo. Le sustrajeron unos 50 euros, su móvil y las tarjetas de crédito. Además, registraron el interior del Mercedes todoterreno en busca de más dinero o algún objeto de valor. Finalmente, le ataron de pies y manos y le introdujeron en el interior del maletero. Los asaltantes le suministraron alguna sustancia que le hizo perder el conocimiento.

El siguiente recuerdo de Iñaki Indart tiene lugar la tarde del domingo, según la versión aportada por la periodista autorizada por la familia. Estaba encerrado en el maletero y en el fondo de un barranco situado en algún lugar entre Orokieta y la Ultzama. Contó que habían puesto el coche en punto muerto y tirado por la pendiente porque sintió un golpe. Para salir del maletero del todoterreno dice que rompió con las piernas la ventana lateral del vehículo. Una vez liberado, bebió agua de una regata y comenzó a caminar desorientado por el bosque. Esa noche durmió al raso entre hojas. Cuando se despertó, continuó andando y, de vez en cuando, bebía agua de las regatas cercanas. La tarde del lunes se encaminó a una pista forestal que vio a lo lejos.

Tras andar durante dos días por el bosque sin comer nada, llegó a Orokieta, a 31 kilómetros de su domicilio. Aquí, después de llamar a la puerta de varios caseríos sin que le abriesen, se encontró con Manuel Querejeta Lopetegui, de 73 años: «Vestía pantalón oscuro, camiseta azul oscura con algunas rayas blancas y estaba manchado de barro. Pero no tenía heridas, sólo un golpe en la cabeza y decía que no era nada», contó a este diario. El encuentro con su padre se produjo sobre las 17 horas.


Iñaki dijo que le habían secuestrado.
Personas de la zona comentaban que realmente le secuestraron algunas "personas", tal vez para darle un susto a él mismo o a su familia.

El Crimen de Gaztelu                            Iñaki Indart                             Guardia Civil descarta secuestro